Experiencias



Abigail Martínez Rentería
Egresada de la Licenciatura en Educación


Diciembre 2021

“Creo que mi yo de veinte años jamás se hubiera imaginado todo lo que he vivido hasta el momento...”

Cuando ingresé a la UACJ, uno de mis principales objetivos era realizar un intercambio académico. Gracias a las distintas oportunidades que me brindó la Universidad tuve la oportunidad de realizar una Estancia Académica en la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina, y un Verano de Investigación en la Universidad de La Habana, Cuba. Estas experiencias despertaron en mí la necesidad de salir de mi zona de confort y de nutrirme con lo que el mundo tiene para ofrecernos.

“En 2018 fui seleccionada para estudiar la Maestría Internacional en Educación de Adultos por medio de la Beca Erasmus Mundus+, la cual incluyó la totalidad de los gastos de inscripción y colegiatura, gastos de relocación y monto mensual por dos años. Sin duda alguna, puedo decir que el haber tomado la decisión de vivir esta loca e increíble experiencia ha sido uno de los mejores sucesos en mi vida; no solo en el área académica, también en lo personal, cultural y social.

“IMAESC me dio la oportunidad de estudiar en cuatro Instituciones de Educación Superior europeas, lo cual representó un reto, pues el tener profesores, escuelas, correos y diferentes métodos de enseñanza no fue cosa sencilla. Sin embargo, esto me hizo una persona más flexible y, por qué no decirlo, fiel a mis propios métodos de aprendizaje. Durante dos años conviví con personas de todo el mundo apasionadas por la educación de adultos y el cambio social, teniéndolos como compañeros y colegas en los distintos proyectos de los que fui partícipe. Esto enriqueció enormemente mi experiencia, redes sociales y profesionales, así como mi conocimiento del mundo, pues no tuve que viajar a China o Bangladesh para aprender de la cultura; el compartir la experiencia IMAESC con personas de más de veinte países me hizo ser cercana a las situaciones locales y globales del mundo entero.

“Aunque uno de los principales objetivos de cursar una maestría en el extranjero fue el desarrollo académico y profesional, debo decir que el crecimiento personal, social y cultural fue increíble, pues el tener una vida nómada, tener que adaptarte a diferentes culturas, países, lenguajes y personas, te enriquece y te convierte en una persona más abierta y crítica con el mundo. Aprendes a ver el mundo con otros ojos, pues no fue un libro o la televisión quien te acercó a diferentes realidades, eres tú, con tu decisión de salir de tu zona de confort y descubrir por ti mismo si la Mona Lisa es tan impresionante como dicen, si Roma tiene la magia que el conductor de la televisión dijo experimentar, si la comida inglesa es como lo dicen los otros mexicanos que han visitado el Reino Unido.

“Creo que mi yo de veinte años jamás se hubiera imaginado todo lo que he vivido hasta el momento. Todas las experiencias, aprendizajes, amigos y recuerdos que he ido construyendo, a través de mis experiencias en el extranjero. Creo que mi yo de veinte años no se creía capaz de haber logrado lo que hasta hoy he conseguido; sin embargo, hoy estoy segura de que puedo lograr lo que me proponga; de que quitarme el miedo a fracasar en algunas ocasiones y atreverme a tomar riesgos, es esencial para lograr mis metas. El cursar una estancia, maestría o doctorado en el extranjero no es solo para obtener un título, es cambiar tu vida, expandir tus horizontes y hacerte ver que eres capaz de lograr tus sueños y metas”.