Estancia de Investigación 2022
Diciembre 2022 / Lucía Milagros Alonso Gómez / Licenciatura en Humanidades
Todo comienza a ponerse raro cuando se
cumple una meta, cuando por fin se realiza
un deseo o una idea que te acompañó por
tanto tiempo. Y digo raro en el sentido de
especial, satisfactorio y hermoso. Desde que entré
al primer año de facultad, me interesé por los viajes
académicos y la verdad siempre fue una meta en mi
vida, por eso comencé a trabajar en algunas cosas
que sabía que me iban a ayudar a conseguirlo: cursos,
extensiones y más. En total me postulé tres veces
antes de quedar seleccionada, y cuando supe que
las cosas estaban por cumplirse, me sentí tan feliz y
orgullosa que casi no podía contenerme; la idea de
conocer otro país, otra cultura, otras personas me hacía
imaginarme infinitos escenarios de lo que podía
pasar cuando mi estancia iniciara, y la verdad hoy en
día al compararlos con la realidad, puedo decir que
ni siquiera se asemejaban a lo que vivía, afirmo que
solamente por esta vez la realidad fue mil veces mejor.
Es tanto lo que aprendí que ya no sé cómo explicarlo;
tanto a nivel educativo como a nivel personal.
Encontré tantas cosas que me completaron como
persona, sin duda hasta ahora es la experiencia más
hermosa y única que tuve en mi vida.
Si soy sincera al principio extrañaba mucho,
las primeras semanas sentía que quizás no iba a
poder acostumbrarme a estar en este lugar, pero
poco a poco eso fue cambiando y ahora me da gracia
pensar que tuve ese sentimiento al principio.
La relación con mis compañeros se fue forjando
de a poco y ahora puedo decir que son mi familia.
Nos conectamos tan bien y vivimos momentos increíbles.
Crecí mucho como persona al estar en un
lugar que no conocía, pude enfrentar retos y pasar
pruebas que no sabía que era capaz de enfrentar,
aprendí a organizarme mejor, a administrarme y, lo
más importante, a amar más mis raíces. Una de las
cosas más importantes de estar en otro país es que
con el tiempo te das cuenta de lo valioso que es tener
una propia cultura que compartir, de que lo que
nos hace únicos son las más pequeñas diferencias.
En nivel educativo me siento orgullosa de lograr
adaptarme en una metodología un poco diferente a
la que estaba acostumbrada, cursé materias que, de
no haberme postulado para un intercambio, no hubiese
podido aprender. La relación con los profesores
es otro asunto que destaco, siempre estuvieron
atentos a mí, a lo que necesitaba, al igual que toda la
división. Mis mejores momentos los pasé en la cafetería
y en las oficinas, haciendo tareas, descansado o
solo compartiendo risas con mis amigos.
Me voy muy feliz y muy triste, sabiendo que
encontré mucho, más de lo que esperaba. Me llevo
conmigo personas increíbles que voy a recordar
siempre y espero volver a ver. Me voy sabiendo que
ya tengo una segunda casa y que pase lo pase, nunca
más me voy a olvidar de todo lo que viví.