Dámaris Cázares Luján
Universidad El Bosque, Colombia 2019-2 / Educación
Mi nombre es Dámaris, y soy estudiante de la licenciatura en Educación en ICSA, fui
alumna de intercambio en Bogotá, Colombia; recibiéndome la Universidad El Bosque.
Durante mi estancia, tuve la dicha de poder hospedarme en un departamento,
y no en la casa de movilidad que la Universidad ofrece; y ¿por qué dicha?, al
principio no lo veía así, ya que no podría convivir de cerca con los demás alumnos
de intercambio que se hospedaron, como de Argentina, Paraguay, y de otras partes de
la República Mexicana, pero al pasar el tiempo me di cuenta que fue de gran
bendición, ya que así pude conocer más de las personas colombianas y su cultura, su
comida hecha en casa y la forma en que ellos conviven familiarmente.
Académicamente fue tarea difícil, por lo diferente que puede llegar a hacer
una clase en otro país, aunque fuera el mismo idioma, y presentase casi las mismas
dificultades académicas, la forma de enseñanza llegó a hacer un reto para mí, a lo
que se presenta en la UACJ y el ritmo de trabajo, y llegar a otro país a otra
universidad fue complicado, pero poco a poco con la ayuda de mis compañeros de
clase, pude adaptarme a su nivel escolar y su forma de trabajo. No fue tarea fácil,
ya que la mayoría de los alumnos ya tenían sus grupos de trabajo asignados para el
semestre y al entrar fue otra barrera el aceptarme como extranjera en su salón de
clase.
Personalmente, los retos también se hicieron presentes, como el organizarme
financieramente para sobrevivir durante el periodo, el organizarme con otras
personas, que no son familia, para la limpieza y el uso de la cocina, baño y
lavadora. Gracias a ello, pude aprender y mejorar mi independencia, establecer
tiempos y organización entre la escuela y conocer Colombia.
Este viaje, fue de gran enseñanza para mí, es una experiencia única que la
Universidad nos otorga como estudiantes de la UACJ, te abre la mente y te da otra
perspectiva de cómo es el mundo. Te ayuda tanto social, académica y
profesionalmente. Cada esfuerzo, dinero y tiempo invertido valió cada día de mi
estadía en Bogotá. Deje amigos en Colombia, que hicieron de esta experiencia la
mejor. Espero volver a tener la oportunidad de repetir esta experiencia con alguna
maestría, con otro idioma y más lejos de casa.