Daniela Ramírez Chávez
Texas State University – San Marcos, Estados Unidos 2019-2 / Ingeniería Física
Mi experiencia fue hermosa porque conocí gente maravillosa en el intercambio, todos
eran amables y comprensibles, incluyendo los profesores, el departamento de
intercambio, los estudiantes de intercambio, los diferentes clubes, mis amistades de
la carrera e incluso personas que conocí por amistades dentro de amistades.
Hablando académicamente el intercambio fue la oportunidad perfecta para
aprender con otro idioma. Aprendí que lo más difícil fue aprender a trabajar con
otro método de estudio. La escuela daba preferencia al estudiante sobre el profesor,
los trabajos giraban en torno a nuestro aprendizaje más que a una rutina.
Una de mis clases incluía laboratorio, ahí hice grandes amistades ya que
pasábamos momentos de estrés y alegría juntos. Fue interesante porque al final del
semestre, nos reunimos en ese salón para platicar de los exámenes finales y como
estábamos asustados de los resultados, y para calmarnos nos fuimos a comer ramen. Lo
más graciosos fue que la mayoría de mis amistades eran vegetarianos y yo chica del
norte queriendo comer carne. Ellos me enseñaron demasiado.
En cuanto a los círculos sociales, me la pasé increíble. Cuando hice mi
intercambio apenas estaba formando el club para recibir a los alumnos de
intercambio, tanto ellos como nosotros disfrutamos mucho el intercambio. Nos
reuníamos en la casa de la presidenta del club para comer pizza, nadar en la alberca
y sobre todo aprender de las otras culturas. Nosotros los mexicanos les enseñamos a
los demás a bailar bachata, cumbias, entre otros, y los franceses nos enseñaron un
ritual muy peculiar donde todo el mundo se sentaba en el piso, en una hilera, y la
persona de enfrente era cargada por todos, sentándola atrás y así sucesivamente.
El intercambio me ayudó a crecer personalmente, aprendí demasiadas cosas
de mí. Me acuerdo de que cada vez que hablaba con mi hermana por teléfono le decía
cada forma de actuar nueva de mí, mejoré como persona, aprendí a ser más paciente, a
valorar las opiniones de los demás incluso cuando no pensaba lo mismo.
Esta oportunidad se la recomiendo a mucha gente, en especial, que
aprovechen las oportunidades de fortalecer y aprender un nuevo idioma, porque cuando
uno habla otro idioma aprende más de uno. Y, además, que convivan con gente del
país, a mí me ayudó mucho que todas mis compañeras de cuarto fueran americanas,
ellas siempre estaban para mí y yo para ellas.