Académica




Ana María Villalobos Aguilar


Universidad de Guadalajara, México 2018-1 / Enfermería

Dicen que la vida es un continuo aprendizaje, hace seis meses yo no imaginaba el impacto iba a tener el haber realizado una movilidad estudiantil. Es una mezcla de emociones y sensaciones que no son fáciles ni de describir ni comprender del todo si no se ha vivido la experiencia, pero eso nos sirve para poder inspirar a otros estudiantes a realizar el trámite y añadir un logro más.

Es un crecimiento muy enriquecedor en todos los ámbitos, no solo profesional y académico sino también personal, que yo pienso es en el que más influye, la experiencia de salir de casa y enfrentarse a situaciones que no estaban contempladas pero que igual tuvimos que hacerle frente nos hacen crecer como personas, desarrollar la capacidad de hacernos responsables y autosuficientes creo que es la mejor enseñanza.

En cuanto a lo profesional, se vuelve muy interesante el conocer a otros estudiantes, profesores y personal laborando que se dedica al entorno en el que me desenvuelvo ya que permite aprender distintas formas de trabajar y mejorar habilidades y destrezas previas e intercambiar conocimientos y maneras de realizar los procedimientos para llegar a un mismo fin y aunque probablemente el beneficio no se vea reflejado de inmediato, sin lugar a dudas opino que a futuro las recompensas serán muy grandes.

Respecto al ámbito académico sucede de una forma muy similar, es claro que las clases no se imparten de la misma manera, pero parte de esa diversidad es lo sobresaliente de la experiencia, el conocer cómo trabajan y adaptarse a distintos tipos de estudiantes aporta una mayor habilidad para laborar en equipos y ayuda también a desarrollar facultades y aptitudes para establecer una mejor comunicación con cualquier persona con la que se trate, es la oportunidad para desenvolverte.

Es un proceso muy positivo para cualquiera, el crecimiento que conlleva es muy especial porque los méritos son propios, somos nosotros quienes han alcanzado el propósito de estudiar en otro lugar, de viajar, de conocer gente, de crecer culturalmente y de valernos por nosotros mismos. Muchos lo vemos como un reto, es bien sabido que hay momentos en los que vamos a flaquear y extrañar estar en casa con las personas a las que estamos acostumbradas, pero el superar esas debilidades y continuar en marcha nos proporciona fortaleza, por eso la perspectiva de desafío. El transcurso es muy satisfactorio y resulta en un sentimiento de gratitud enorme con todos quienes ayudaron a hacer este sueño realidad.